Pérdida de audición por estrés
¿Cómo afecta el estrés a nuestra audición?
El ritmo de vida que caracteriza a nuestra sociedad conlleva al estrés, un estado anímico que afecta directamente a muchas personas. El trabajo, las actividades domésticas, las obligaciones, las preocupaciones… una carga emocional que repercute en la salud física y mental.
El estrés también tiene un impacto negativo en nuestra audición.
El estrés crónico afecta directamente al bienestar del individuo y, por ende, agravan los problemas auditivos. La carga emocional libera hormonas, cortisol y adrenalina, que pueden provocar que el flujo sanguíneo se vea alterado y no llegue bien al oído interno. Si disminuye el flujo sanguíneo las células sensoriales responsables de la audición se dañan, y, a largo plazo, pueden provocar pérdida de audición.
Los “malos hábitos”, consecuentes de la tensión generada por el estrés, como pueden ser el alcoholismo o el tabaquismo, también afectan directamente a la salud auditiva.
Consejos para prevenir la pérdida de audición y el estrés
1. Técnicas de relajación
Es recomendable incluir técnicas de relajación en nuestra rutina. Por ejemplo, el yoga, la meditación, o la respiración profunda. Estas actividades ayudan a mantener los niveles de estrés controlados, y proteger tu salud auditiva.
2. Dieta equilibrada
La alimentación saludable tiene relación directa con la fuerza y resistencia que tiene el cuerpo. Una dieta equilibrada permitirá tener una mayor protección ante las infecciones o problemas de salud. Además, consumir alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas o verduras, son muy buenas para proteger las células auditivas.
3. Ejercicio regular
La actividad física ayuda a liberar tensiones y reducir el estrés. Además, tu cuerpo estará más preparado para resistir ante “amenazas” de infecciones. Con el ejercicio mejora la actividad sanguínea, y esto repercute directamente a la salud del oído interno.
4. Evitar exceso de ruido
El ruido y el estrés tienen un efecto sinérgico en la perdida auditiva. Es recomendable que se limite el tiempo a la exposición de ruido alto, música, eventos, reuniones…para evitar lesiones auditivas. Puedes leer el artículo acerca de la generación de cerumen para comprender cómo el oído “se defiende” del exceso de ruido.
5. Descansar adecuadamente
Dormir bien favorece a la recuperación de energía del cuerpo, pero también de la mente. Tener un descanso de calidad ayuda a reducir los niveles de estrés y proteger la audición.
Conclusión
¡Ojo! No olvides hacerte revisiones auditivas regulares. Ponerte en manos de profesionales permitirá evitar lesiones graves, y pondrá solución rápida a tus problemas de salud. El estrés es parte de nuestra vida diaria, pero hay que aprender a proteger nuestra salud.
¡Recuerda! Mantén una rutina llena de hábitos saludables y disfruta de la vida; actividades de relajación, ejercicio, una dieta equilibrada, y un sueño adecuado.